Repasando las anotaciones de nuestro cuaderno de bitácoras, Euskadi ha estado muy presente en nuestros planes de viaje durante los últimos años. Es un destino que siempre nos recibe con mucho cariño y que nos aporta sensaciones y experiencias muy distintas a las que podemos vivir en nuestra zona, por eso nos encanta regresar una y otra vez. Nuestro último viaje en familia por tierras vascas estuvo centrado en las principales capitales y tuvo a Bilbao como punto de partida. No era la primera vez que estábamos por allí, pero no deja de sorprendernos lo mucho que se ha transformado esta ciudad en los últimos años.
Si viajásemos en un túnel del tiempo y le enseñáramos las imágenes de la ciudad actual a uno de esos bilbaínos de txapela y fans de José Ángel Iribar soltarían tan ricamente un “ahí va la ostia” y alucinaría en colores con la cara vanguardista, verde y cosmopolita de su urbe. Pero además, a los que venimos de fuera nos parece un destino acogedor, muy tranquilo y con un buen puñado de propuestas interesantes para los que viajamos con niños. Acompáñanos en este paseo, pues vamos a recomendarte 5 planes divertidos para descubrir Bilbao en familia.
Paseo en barco por la Ría de Bilbao
La ría de Bilbao siempre ha jugado un papel muy importante para la economía de la ciudad. Sin embargo, ha estado muy ligada a la industria y el comercio, provocando que no se le diera el mejor uso para los ciudadanos o que se sobreexplotara de tal forma que no era agradable pasear por su ribera. Esa situación ha cambiado radicalmente en los últimos años, ahora es una de las caras más bellas y amables de la capital vizcaína.
Siempre es muy agradable descubrir una ciudad desde otras perspectiva y en el caso de Bilbao es muy recomendable hacerlo desde el agua, especialmente si vas con niños. A los peques les encanta salir de la rutina y subirse en uno de los botes de Bilboats para navegar por la ría fue toda una aventura. Aunque Teo ya había estado en la ciudad cuando tenía dos añitos, se quedó pasmado junto a Oriol viendo las sinuosas curvas del Guggenheim y el Zubizuri, el nuevo San Mamés o las grúas y colores de la recuperada zona de Zorrozaurre. Los ojos como platos como si se tratara de piratas divisando tesoros que conquistar.
Ruta en bici por Bilbao con gente a la que le apasiona su ciudad
Siempre nos ha hecho mucha gracia esa frase popular que dice aquello de que “los de Bilbao nacen donde quieren”. Muchos pueden pensar que alude al carácter orgulloso de los bilbaínos, pero nosotros lo achacamos más a la pasión que sienten por su ciudad y sus tradiciones. Te podrás sentir muy afortunado si te topas con unos de esos entusiastas de Bilbao, como fue nuestro caso con Aitor. Este jatorra (tío majo en euskera) de marca mayor es un ingeniero que un día se cansó del trabajo de oficina y impulsó un proyecto llamado Torné con el objetivo de que la gente se sienta parte de la ciudad tras hacer uno de sus tours en bicicleta.
La tienda de Aitor es una auténtica maravilla, casi tanto como los paseos en bicicleta en los que te va contando mil y una anécdotas interesantes de Bilbao o alguno de sus secretos o tesoros escondidos. Entre pedaleo y explicaciones se te esfuma el tiempo entre los dedos así que seguro que repetimos esta experiencia maravillosa. Tienen bicis para todos los gustos, colores, edades y niveles, incluso tándems o bici-taxis para negados de las dos ruedas como yo. Las rutas y el ritmo se adaptan perfectamente a la edad de los niños, así que es un plan fantástico para descubrir Bilbao en familia.
Disfrutar del Museo Guggenheim y de su gastronomía
Ni un visionario como Frank O. Gehry se imaginaba que una de sus creaciones transformaría tanto una ciudad. Con el Museo Guggenheim empezó todo, fue la semilla del cambio hacia la vanguardia de Bilbao. Lógicamente es una de esas maravillas únicas que merece ser contemplada desde cada uno de sus ángulos, así que siempre que estamos en la capital de Vizcaya nos acercamos a hacerle una visita. A priori, visitar con niños un museo de arte contemporáneo no puede parecer el mejor de los planes, pero nuestros hijos se empeñan en llevarnos la contraria. Es maravilloso ver como conectan e interpretan algunas de las obras que se exhiben en estas salas. Al fin y al cabo, el arte busca provocar reacciones en los espectadores… y los niños no son una excepción.
Probablemente Richard Serra no ideara La materia del tiempo como escondite para los más pequeños de la casa, pero Teo y Oriol se lo pasaron pipa agazapándose entre las enormes instalaciones. Como también disfrutamos la familia al completo de las propuestas gastronómicas del Bistro Guggenheim Bilbao, un placer para el paladar y para muchos otros sentidos. Además, con un personal súper agradable con los peques y muy conscientes de sus necesidades y gustos. Así da gusto ¡bravo!
Jugar y mojarse en el Parque República de Abando
A pesar de que hemos estado muchas veces en Euskadi, era la primera vez que visitábamos el País Vasco en verano. Las temperaturas no son tan altas como en casa, pero si pillas uno de esos días en los que el sol aprieta más vale ponerse a buen recaudo. O eso es lo que pensaríamos los adultos ¿verdad? Sin embargo (y afortunadamente), los niños ven el mundo con otros ojos. Los papás salimos del Guggenheim buscando alguna sombra, pero Teo y Oriol vieron las fuentes con múltiples chorros que hay en el Parque República de Abando y no se lo pensaron dos veces. Ropa fuera y a refrescarse jugando con el agua (imprescindible pillar bañadores y toallas si vais en verano).
Fue casi imposible disuadirles de que cesaran las hostilidades acuáticas, pero cuando logramos secarlos y vestirlos corrieron como alma que lleva el diablo hacia los columpios e instalaciones del parque. Siempre hemos defendido que para un viaje con niños tenga éxito, es necesario buscar momentos para que los niños jueguen y se diviertan como en casa. En ese sentido, los parques son grandes aliados y Bilbao está repleto de ellos. En el mismo centro podréis encontrar jardines como Arenal, Campo Volantín, Doña Casilda o Etxebarria para que vuestros peques lo pasen en grande.
Aromas a mar desde el Museo Marítimo de Bilbao
Cuando hemos estado viajando por Euskadi nos ha quedado muy claro que es una tierra que siente veneración casi divina por el mar. Es oírles hablar de los arrantzales (pescadores) y casi les tiembla la voz. El respeto hacia esta durísima profesión es máximo. Aunque sea de otra forma muy distinta, a nuestros hijos también les encanta el mar, así que aprovechando la circunstancia y que las temperaturas invitaban a refugiarse en algún sitio fresquito nos animamos a visitar el interesantísimo Museo Marítimo Ría de Bilbao.
Se trata de una sala de exposiciones súper cuidada donde se puede aprender todo sobre el mar, pero además es un excelente lugar para comprobar cómo ha cambiado Bilbao, su ría y la industria naval y siderúrgica en los últimos años. No obstante, lo que más les gustará a los niños es que tiene muchísimas secciones interactivas, empezando por una audioguía que invita a los niños a superar distintos retos mientras aprenden sobre el mar y las embarcaciones. Además, hay muchas maquetas elaboradas con Playmobil que son realmente maravillosas o juegos tradicionales muy divertidos. El museo está emplazado en los terrenos que ocupaban los Astilleros Euskalduna frente a La Carola, una grúa que es actualmente uno de los iconos más reconocibles de Bilbao.
Cómo llegar a Bilbao
La forma más rápida y sencilla de llegar hasta Euskadi es en avión. Hay varias ciudades españolas que están conectadas con vuelos directos con el Aeropuerto de Bilbao. Nosotros desde Alicante volamos con Vueling, ya que es la segunda base operativa de esta aerolínea en España con más de 20 destinos.
Una vez has aterrizado en el Aeropuerto de Bilbao tienes varias opciones para llegar hasta el centro de la ciudad, emplazado a 12 kilómetros. La más barata es autobús, ya que la línea Línea A3247 del Bizkaibus tiene paradas en la Gran Vía, la Plaza Moyua o la Alameda Recalde. Un taxi cuesta aproximadamente unos 20 € y dependiendo del tráfico y el destino final puede tardar unos 20 minutos.
Dónde dormir en Bilbao
Bilbao es una ciudad que ha crecido mucho en los últimos años y tiene una buena oferta de alojamientos para todos los bolsillos y viajeros, pero especialmente pensada para los viajeros de negocios. Nosotros nos alojamos en el extraordinario Hotel Gran Bilbao, emplazado en una zona muy tranquila y con unas instalaciones estupendas para las familias… además de un buffet de desayuno y una propuesta gastronómica de primera. No obstante, si te interesan otras opciones puedes buscar aquí los mejores hoteles en Bilbao para tu viaje.
¿Te han gustado estos 5 planes divertidos para descubrir Bilbao en familia? Nos recomiendas otras propuestas para ver y hacer en Bilbao con niños? Tienes más información de Bilbao y Euskadi en la web de Basquetour y experiencias fantásticas en Hagoos.
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