Una de las visitas más emotivas que pueden hacerse en Ámsterdam es la de la Casa Museo de Ana Frank (Anne Frank Huis). Ya la recomendamos como visita destacada en nuestro artículo "Qué ver en Ámsterdam", pero creo que este lugar merece un artículo propio. Si vais a viajar a Ámsterdam no os la debéis perder. Especialmente si tenéis un mínimo interés en nuestra historia reciente. No es una visita agradable, pero sí necesaria. Como dijo el filósofo español George Santayana, "aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo". Pues bien, la Anne Frank Huis es un duro recordatorio de hechos terribles que a veces nos parecen demasiado lejanos y de los que quizá no aprendimos lo suficiente.
El Diario de Ana Frank
Un requisito que debería ser casi imprescindible para visitar este museo es haber leído previamente el famoso Diario de Ana Frank. Y cuanto más reciente se tenga la lectura mejor, porque una parte muy importante de vuestra experiencia en el museo irá ligada a los recuerdos que tengáis del relato. Para los que no lo leyeron, o no lo recuerdan, os resumimos muy brevemente la historia de esta joven alemana.
Annelies Marie Frank nació en Frankfurt en 1929 en el seno de una familia judía completada por Otto Frank (su padre), Edith Hollander (su madre) y Margot Frank (su hermana, tres años mayor que ella). En 1933, con la llegada de Hitler al poder, Otto decidió que debían mudarse a Holanda. Allí vivieron en relativa paz hasta que en 1942, tras la ocupación nazi, se vieron obligados a esconderse en la parte trasera de la propia empresa de Otto. Un mes antes de entrar en lo que llamarían "la casa de atrás", Ana había recibido una especie de diario como regalo. Ana ni siquiera podía sospechar que aquellas líneas que escribía día a día en su aburrido refugio iban a ser históricas.
El Diario de Ana Frank que hoy podemos leer es la recopilación de varios diarios que la joven escribió aquel mes antes de entrar en el escondite y durante los más de 2 años que duró la reclusión. En el Diario se describe la vida cotidiana en la "casa de atrás". Rutinas, reflexiones, amores, críticas, miedos... el Diario de Ana Frank son las memorias de una chica que perdía sus años de adolescencia escondida en unos pocos metros cuadrados. El triste final del libro es que no hay final. El Diario se interrumpe el 1 de agosto de 1944. Tres días después los nazis descubrían el escondite por un chivatazo anónimo y los 8 ocupantes de la casa eran detenidos y llevados a diferentes campos de concentración. Las hermanas Frank fueron separadas de sus padres, a los que ya no volverían a ver. Los nazis las trasladaron a Bergen-Belsen, donde acabarían contrayendo el tifus. Ambas fallecieron con pocos días de diferencia en marzo de 1945, justo antes de que el campo fuera liberado.
El único superviviente de los ocho ocupantes de "la casa de atrás" fue Otto Frank, el padre de Ana. Tras ser liberado en Auschwitz el 27 de enero de 1945, regresó a Ámsterdam y poco a poco fue conociendo el fatal destino de sus hijas, su esposa y el resto del grupo. Fue al tener noticia de la muerte de Ana cuando una antigua colaboradora le hizo entrega de sus diarios, que había guardado para cuando la pequeña Frank regresara. Pese a las reticencias iniciales, Otto decidió publicar aquellos relatos para dar a conocer al mundo el testimonio de su hija. En 1950, con algunos retoques, pasajes eliminados y varios pseudónimos, el Diario de Ana Frank vio la luz bajo el nombre de "Het Achterhuis" (La casa de atrás).
Casa Museo de Ana Frank
Lo mágico de esta visita es que hoy en día tenemos la oportunidad de entrar en lo que realmente fue "la casa de atrás". El edificio del canal Prinsengracht estuvo cerca de ser derribado a mediados de los '50, pero un periódico local impulsó una campaña para salvarlo. El apoyo popular hizo que finalmente la casa fuera donada a la Fundación Ana Frank, creada por el propio Otto Frank, y finalmente abrió sus puertas al público en 1960. Los empleados que habían ocultado a los ocupantes del "anexo secreto" pudieron salvar algunos bienes personales tras las detenciones, pero los nazis se apropiaron de la mayor parte del mobiliario, las ropas y los objetos personales, así que las habitaciones que hoy podemos ver son totalmente diáfanas. Fotografías, señales, carteles y nuestros propios recuerdos de la lectura son los que llenan ese espacio que quedó vacío para siempre.
El acceso al escondite se hace por detrás de una estantería, como se hizo en su día. Unas escaleras empinadas nos llevan a las habitaciones de "la casa de atrás", donde podemos ver las estancias que ocuparon los tristes protagonistas de aquella historia. Después de ver estos espacios, que incluyen pequeñas exposiciones, vídeos, etc. volveremos a bajar escaleras hacia la planta baja. Nos sorprendió que mucha gente pasara por alto una última estancia con varios objetos expuestos. En su desfile hacia la salida muchos no reparan en que precisamente en esa sala se encuentran los diarios originales. Aunque los cristales te separan de ellos, emociona ver tan cerca esos viejos libritos que un día estuvieron en las manos de la pequeña Ana Frank.
Ya en la planta baja, hay una última sala que algunos visitantes también pasan por alto y en la que creemos que merece la pena detenerse: el espacio "Free2choose". Se trata de una amplia estancia en la que podemos tomar asiento y asistir a un pase de pequeños vídeos donde se invita a reflexionar sobre la libertad de expresión, las censuras, la discriminación, etc. Tras el pase de cada pieza nos animan a votar a favor o en contra de varias cuestiones que pondrán a prueba nuestras convicciones sobre la libertad, la tolerancia o el racismo. Y es que la Casa de Ana Frank no es sólo un museo, sino también un espacio didáctico del cual podemos salir aprendiendo varias lecciones.
Datos prácticos
· Precio adulto: 9€ (hasta 9 años gratis, reducida 4,50€)
El Diario de Ana Frank
Un requisito que debería ser casi imprescindible para visitar este museo es haber leído previamente el famoso Diario de Ana Frank. Y cuanto más reciente se tenga la lectura mejor, porque una parte muy importante de vuestra experiencia en el museo irá ligada a los recuerdos que tengáis del relato. Para los que no lo leyeron, o no lo recuerdan, os resumimos muy brevemente la historia de esta joven alemana.
Annelies Marie Frank nació en Frankfurt en 1929 en el seno de una familia judía completada por Otto Frank (su padre), Edith Hollander (su madre) y Margot Frank (su hermana, tres años mayor que ella). En 1933, con la llegada de Hitler al poder, Otto decidió que debían mudarse a Holanda. Allí vivieron en relativa paz hasta que en 1942, tras la ocupación nazi, se vieron obligados a esconderse en la parte trasera de la propia empresa de Otto. Un mes antes de entrar en lo que llamarían "la casa de atrás", Ana había recibido una especie de diario como regalo. Ana ni siquiera podía sospechar que aquellas líneas que escribía día a día en su aburrido refugio iban a ser históricas.
El Diario de Ana Frank que hoy podemos leer es la recopilación de varios diarios que la joven escribió aquel mes antes de entrar en el escondite y durante los más de 2 años que duró la reclusión. En el Diario se describe la vida cotidiana en la "casa de atrás". Rutinas, reflexiones, amores, críticas, miedos... el Diario de Ana Frank son las memorias de una chica que perdía sus años de adolescencia escondida en unos pocos metros cuadrados. El triste final del libro es que no hay final. El Diario se interrumpe el 1 de agosto de 1944. Tres días después los nazis descubrían el escondite por un chivatazo anónimo y los 8 ocupantes de la casa eran detenidos y llevados a diferentes campos de concentración. Las hermanas Frank fueron separadas de sus padres, a los que ya no volverían a ver. Los nazis las trasladaron a Bergen-Belsen, donde acabarían contrayendo el tifus. Ambas fallecieron con pocos días de diferencia en marzo de 1945, justo antes de que el campo fuera liberado.
El único superviviente de los ocho ocupantes de "la casa de atrás" fue Otto Frank, el padre de Ana. Tras ser liberado en Auschwitz el 27 de enero de 1945, regresó a Ámsterdam y poco a poco fue conociendo el fatal destino de sus hijas, su esposa y el resto del grupo. Fue al tener noticia de la muerte de Ana cuando una antigua colaboradora le hizo entrega de sus diarios, que había guardado para cuando la pequeña Frank regresara. Pese a las reticencias iniciales, Otto decidió publicar aquellos relatos para dar a conocer al mundo el testimonio de su hija. En 1950, con algunos retoques, pasajes eliminados y varios pseudónimos, el Diario de Ana Frank vio la luz bajo el nombre de "Het Achterhuis" (La casa de atrás).
Casa Museo de Ana Frank
Lo mágico de esta visita es que hoy en día tenemos la oportunidad de entrar en lo que realmente fue "la casa de atrás". El edificio del canal Prinsengracht estuvo cerca de ser derribado a mediados de los '50, pero un periódico local impulsó una campaña para salvarlo. El apoyo popular hizo que finalmente la casa fuera donada a la Fundación Ana Frank, creada por el propio Otto Frank, y finalmente abrió sus puertas al público en 1960. Los empleados que habían ocultado a los ocupantes del "anexo secreto" pudieron salvar algunos bienes personales tras las detenciones, pero los nazis se apropiaron de la mayor parte del mobiliario, las ropas y los objetos personales, así que las habitaciones que hoy podemos ver son totalmente diáfanas. Fotografías, señales, carteles y nuestros propios recuerdos de la lectura son los que llenan ese espacio que quedó vacío para siempre.
El acceso al escondite se hace por detrás de una estantería, como se hizo en su día. Unas escaleras empinadas nos llevan a las habitaciones de "la casa de atrás", donde podemos ver las estancias que ocuparon los tristes protagonistas de aquella historia. Después de ver estos espacios, que incluyen pequeñas exposiciones, vídeos, etc. volveremos a bajar escaleras hacia la planta baja. Nos sorprendió que mucha gente pasara por alto una última estancia con varios objetos expuestos. En su desfile hacia la salida muchos no reparan en que precisamente en esa sala se encuentran los diarios originales. Aunque los cristales te separan de ellos, emociona ver tan cerca esos viejos libritos que un día estuvieron en las manos de la pequeña Ana Frank.
Ya en la planta baja, hay una última sala que algunos visitantes también pasan por alto y en la que creemos que merece la pena detenerse: el espacio "Free2choose". Se trata de una amplia estancia en la que podemos tomar asiento y asistir a un pase de pequeños vídeos donde se invita a reflexionar sobre la libertad de expresión, las censuras, la discriminación, etc. Tras el pase de cada pieza nos animan a votar a favor o en contra de varias cuestiones que pondrán a prueba nuestras convicciones sobre la libertad, la tolerancia o el racismo. Y es que la Casa de Ana Frank no es sólo un museo, sino también un espacio didáctico del cual podemos salir aprendiendo varias lecciones.
Datos prácticos
· Precio adulto: 9€ (hasta 9 años gratis, reducida 4,50€)
· Horario: abierto desde las 9h. Cierre a las 22h en verano, 19h en invierno y 21h el resto del año
· Consultar todos los precios, horarios detallados y ubicación [web oficial]
· Tened en cuenta que se pueden formar colas en festivos y temporada alta. Para evitarlo se puede acudir a última hora (pero al menos 30 minutos antes del cierre) o comprar las entradas por internet.
Enlaces de interés
· Info turismo: Ámsterdam | Holanda
· Descuentos en atracciones: I amsterdam City Card
· Alojamiento: si se quiere estar cerca de la mayoría de atracciones, lo ideal es buscar un hotel en la zona "Centrum", donde se encuentran casi todos los atractivos turísticos. En un mapa se reconoce fácilmente porque abarca toda la zona de canales distribuidos en forma de semicírculo. El transporte urbano es caro, o sea que ahorraremos si podemos desplazarnos a pie. Podéis consultar, por ejemplo, esta web, con diferentes tipos de hoteles en Ámsterdam.
Fotos: (1) Letrero de la Casa. Autor: Juan Antonio Mosquera Casais. Fuente: Flickr (2) Retratos de Ana Frank. Autor: mimmis.olsson Fuente: Flickr (3) Entrada de la Casa. Autor: scottnj Fuente: Flickr (4) Fachada principal. Autor: ceronne Fuente: Flickr (5) Colas en el museo. Autor: Massimo Catarinella Fuente: Wikipedia
Enlaces de interés
· Info turismo: Ámsterdam | Holanda
· Descuentos en atracciones: I amsterdam City Card
· Alojamiento: si se quiere estar cerca de la mayoría de atracciones, lo ideal es buscar un hotel en la zona "Centrum", donde se encuentran casi todos los atractivos turísticos. En un mapa se reconoce fácilmente porque abarca toda la zona de canales distribuidos en forma de semicírculo. El transporte urbano es caro, o sea que ahorraremos si podemos desplazarnos a pie. Podéis consultar, por ejemplo, esta web, con diferentes tipos de hoteles en Ámsterdam.
Fotos: (1) Letrero de la Casa. Autor: Juan Antonio Mosquera Casais. Fuente: Flickr (2) Retratos de Ana Frank. Autor: mimmis.olsson Fuente: Flickr (3) Entrada de la Casa. Autor: scottnj Fuente: Flickr (4) Fachada principal. Autor: ceronne Fuente: Flickr (5) Colas en el museo. Autor: Massimo Catarinella Fuente: Wikipedia
via Pruden Rodríguez http://www.losapuntesdelviajero.com/2013/08/casa-museo-ana-frank-amsterdam-holanda.html
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